Perfil
Danik Abuchaibe, una joven que surfeó las olas de la dificultad
Danik Marcela Fernández Correa nació el 28 de julio de 1995 en Ibagué, Tolima. Ella es estudiante del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Ibagué y su objetivo es publicar un libro que relate todos los retos, enseñanzas y triunfos que ha vivido. Es una joven que disfruta de la música caribeña y su película favorita es El Origen de Christopher Nolan. Cree en Dios, pero no se considera perteneciente a ninguna religión.
Danik Fernández nació en una casa de la ciudad de Ibagué, pues es adoptada y la mujer que se encargó del parto fue quien decidió protegerla en las puertas de su hogar. Por lo tanto, con mucho amor crió a Danik en una familia compuesta por sus dos hijas mayores y su nieto. Mientras pasaban los años, era una niña muy creativa, ya que sus cosas favoritas eran pintar y escribir, así que tuvo una infancia llena de paciencia y apoyo. Sin embargo, los problemas también estuvieron presentes, ya que “en mi adolescencia, el tema de ser adoptada golpeó mi puerta”, lo que provocó que la depresión acompañara su vida.
Cuando llegó el momento de decidir una carrera profesional, Danik se dio cuenta que deseaba estudiar diseño de modas, así que se inscribió a un técnico. Sin embargo, ella y su familia creían necesario un pregrado universitario, por lo que su gusto por la escritura e investigación, la llevaron a estudiar comunicación social y periodismo en la Universidad de Ibagué. Al estar en tercer semestre, Danik sintió que necesitaba un cambio drástico en su vida, ya que su salud mental la carcomía. Por ello, decidió vivir en La Guajira, una de las zonas más olvidadas por el gobierno colombiano, con el objetivo de practicar kitesurf, un deporte extremo aeronáutico.
La Guajira llamó a su corazón por obra del destino, pues “cuando llegué a ese lugar, entendí el porqué debía estar allí, entendí muchas cosas en mi vida”. Esta es una de las razones por las que se auto regaló el apellido Abuchaibe. Allí encontró una nueva familia y pasión, porque conoció a un grupo de 12 hombres Wayuu que practicaban Kitesurf, un deporte extremo que cambió la vida de muchas personas en la zona. En los primeros cuatro meses, aprendió el deporte en Cabo de la Vela y para poder quedarse por más tiempo se convirtió en asistente del entrenador.
Foto tomada por: Danik Fernández.
Después de 6 meses, su madre le pidió que viajara de nuevo a Ibagué y decidiera si realmente quería radicarse en La Guajira. Por lo tanto, Danik visitó a su familia, para reafirmar que deseaba vivir en Riohacha, pero debido a la pandemia, su plan de estadía de un mes cambió por uno de un año en la capital musical. Durante la cuarentena, ella recordó lo que uno de los dueños de las academias de Kite le había sugerido: hacer un libro. Una de las formas en que sus terapeutas le habían dicho que podía tratar la depresión y ansiedad, era por medio de la escritura, por lo que, todo su tiempo lejos de su familia, lo documentó en un diario.
“Mi objetivo de vida es darle un mensaje a esas personas que están escondidas y que han vivido cosas similares a mí... mostrarles que se puede superar”, su libro es una de las formas que Danik ha encontrado para cumplir su propósito. En ‘Sin Tabú’, nombre de su obra literaria, desea relatar su historia y contar cómo ha superado las dificultades. Además, quiere empezar a trabajar con las redes sociales para que más personas se sientan identificadas.